Jonesboro, Georgia— Roberto Spencer
El sábado, mayo 7, el hermano Neil Coleman y su esposa Sara vinieron al aeropuerto de Atlanta a esperarnos y para reconocernos él tenía un rótulo diciendo SPENCER. La señal mía era camisa azul con cachucha blanca, teniendo como compañero a un joven de casi 6 pies de alto, nuestro hijo Omar. Esa tarde nos recibieron muy calurosamente, pues vinieron al hogar del hermano Neil, dos hermanas que hablan un poco de español y el hermano que predica en ese lugar, Ron Edwards con su esposa. Parece ser que nuestra visita fue oportuna, pues esa tarde el hermano Ron me puso en contacto por teléfono con un joven, cuyo padre es pastor de una iglesia y logramos invitarlo que vinieran el siguiente día para conocernos personalmente y así sucedió. Ellos asistieron el domingo en la mañana y tuvimos una buena entrevista e intercambiamos direcciones para seguir estudiando la palabra de Dios.
El domingo, el hermano Ron al introducirme ante la asamblea dijo citando las palabras de Gálatas 1:22: “Y no era conocido de vista a las iglesias de Galacia” – Y lo que dijo el apóstol Juan: “… pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido.” (II Juan 12). Así era el caso con su servidor. La iglesia en Jonesboro, GA ha tenido comunión conmigo en la predicación del evangelio por más de 18 años sin conocerme en persona, solamente en retratos y por mis reportes. Estuvimos muy contentos porque en la tarde asistió también el hermano Ricardo E. Baca , quien fue el que me recomendó con la iglesia en Jonesboro. Gracias a Dios tuvimos gran regocijo.