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Para los Recién Convertidos

 

 

 

Si alguno está en Cristo

El Una nueva puerta
Una nueva vida
Un nuevo principio

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
 las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas
    —2 Corintios 5:17

En esta ocasión, me dirijo a todo hermano que ha obedecido el evangelio recientemente, para hacerle notar algunas enseñanzas de la Palabra de Dios, que son muy necesarias para su desarrollo espiritual.

1El día en que obedecimos el evangelio, siendo bautizados para el perdón de nuestros pecados, fue el día más dichoso de nuestra vida, porque ese día fuimos sepultados en agua y nacimos a una vida nueva en Cristo Jesús. Leamos en Escritura sagrada:

O no sabéis que todos los que hemos bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva  Romanos 6:3-4

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas  —2 Corintios 5:17

Recordemos siempre ese día.

 

2También debemos recordar que Cristo nuestro Señor quiere que seamos fieles hasta la muerte, porque solamente así nos dará la vida eterna allá en el cielo. Leamos las palabras que él dijo:

Se fiel hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida —Apocalipsis 2:10

Seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo —Mateo 10:22

 

3No descuidemos la oración, es muy importante que platiquemos con Dios todos los días; seamos agradecidos con Dios por tantas cosas que nos da. Demos gracias a Dios por los alimentos cada vez que vamos a comerlos. Y cuando estemos en necesidad, tengamos problemas o enfermedad, pidámosle a Dios su ayuda. Si tenemos falta de sabiduría pidamos a Dios:

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dad Santiago 1:5

Cuando pecamos, o cometemos faltas, roguemos a Dios que nos perdone (Mateo 6:12). Leamos los siguientes pasajes:

Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos —Efesios 6:18

Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús —1 a Tesalonicenses 5:17-18

 

 

 

4Procuremos tener el hábito o costumbre de leer o escuchar la palabra de Dios todos los días, aunque sea unos cuantos minutos. Asistamos a las reuniones de la iglesia para estudiar y oír las predicaciones de la palabra de Dios, porque ella es el alimento para nuestro espíritu. Los apóstoles Pablo y Pedro nos dicen esto mismo:

Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. —1a Timoteo 4:13

Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. —1 de Pedro 2:2

No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. —Hebreos 10:25

 

5Debemos tomar La Cena Del Señor, llamado también partimiento del pan, cada primer día de la semana, porque así lo hacían los cristianos del primer siglo. Leamos en Hechos:

El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche. —Hechos 2:42; 20:7

Leamos referencias cuando Cristo instituyóeste mandamiento en Mateo 26:26-29; Lucas 22:17—19. El apóstol Pablo también les dijo a los hermanos en Corinto:

Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan , y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. —1 a Corintios 11:23-26

Recordemos también que este acto de tomar la Cena del Señor debemos hacerlo en una manera muy respetuosa, porque estamos en ese momento haciendo memoria del sacrificio de Cristo Jesús.

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curemos tener el hábito El otro mandamiento que debemos cumplir cada primer día de la semana es el de la ofrenda. Leamos sobre este mandamiento en

En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas. —1 a Corintios 16:1-2

Leamos sobre este :

Cada uno dé como propuso en su corazón; no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. —II a Corintios 9:6-7

Aprendamos a dar generosamente, para que Dios nos bendiga en abundancia también. Cada vez que somos bendecidos con dinero, primero que nada apartemos lo que prometemos dar al Señor, de esta manera estaremos poniendo a Dios en primer lugar. Seguramente que Dios se agrada por eso. Cristo dijo:

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. —Mateo 6:33

 

7Hermanos, no nos avergoncemos de ser cristianos, porque si tenemos vergüenza es como si negáremos a Cristo, y el dijo—

Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos  —Mateo 10:33

El apóstol Pedro dijo—

Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello 1 de Pedro 4:16

Hablemos de Cristo e invitemos a nuestros amigos a estudiar la Biblia, porque esa es la voluntad de Dios. Ese es el ejemplo que nos dejaron los discípulos de Cristo. Leamos:

Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo —Hechos 5:42

 

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Y para terminar, hermanos, recordemos que ya no debemos amar el mundo y sus deleites; procuremos no envolvernos otra vez en las cosas mundanas, porque en vano sería entonces el sacrificio que Cristo hizo por nuestros pecados y seremos peor castigados. Es lo que Pedro dijo en 2 de Pedro 2:20-22.

El apóstol Juan dice:

No améis al mundo, ni las cosas que están en mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre —1 de Juan 2:15-17

El apóstol Pablo dice:

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras —Tito 2:11-14

Gracias por su atención, mis deseos y oración a Dios que la paz de Cristo abunde en todos y que siempre haya gozo en vuestros corazones por vuestra nueva vida en Cristo Jesús. Que Dios los bendiga.

Roberto V. Spencer


Originally published in La Antorcha, June 1965.
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