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Las Bienaventuranzas: los misericordiosos


Los Misericordiosos

Al hombre que es misericordioso,
la piedad concedida estar


La palabra “misericordia” es una palabra latina que significa: miserans: dolor, y cordia: del corazón. El diccionario Larousse la define: »Virtud que nos hace tener compasión de los males ajenos. // Virtud que nos impulsa a perdonar.« El diccionario de W. E. Vine dice que misericordia: “»Es la manifestación externa de la compasión.«

»Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia
– Mateo 5:7

Tenemos en las Escrituras un ejemplo que nos enseña lo que es ser misericordiosos en el caso que citó nuestro Señor Jesucristo. Leamos en Lucas 10:33-37: “Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él…”. El sabio Salomón confirma lo que el Maestro Jesucristo dijo: “…Mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado.” – Proverbios 14:21.

Sin embargo, el contraste de alguien que no tiene misericordia, lo vemos en la parábola del siervo que no perdonó a su consiervo. Leamos en Mateo 18:23-35. v.29: “Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. v.30 Mas él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. … v.32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste, v 33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?. – Aquí quedan las palabras de Salomón: “A su alma hace bien el hombre misericordioso; Mas el cruel se atormenta a sí mismo.” – Proverbios 11:17. Y Santiago 2:13 también dice: “Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia…”

Pero la misericordia no solo se manifiesta en ayudar materialmente a los necesitados, sino también en lo espiritual, predicando el evangelio para salvar a los perdidos que viven en miseria espiritual. Dios mostró su misericordia a los pecadores, dice Pablo en Efesios 2:4-5: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo…”. (Veamos referencia en Tito 3:5). En Judas 23 dice: “A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.”

Si queremos que nuestro Padre Dios tenga  misericordia de nosotros, entonces debemos tenerla de otros. Note lo que dice en Salmos 18:25-26: “Con el misericordioso te mostrarás misericordioso … Y severo serás para con el perverso.” El apóstol Pablo dice en Efesios 4:32: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”

Roguemos a Dios que nos ayude a crecer más en esa gran virtud llamada: Misericordia. Si procuramos cultivarla en nuestros corazones, habrá menos odio, guerras, venganzas entre los seres humanos. ¡Y seremos bienaventurados!

—Roberto V. Spencer

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