»Pero es necesario que el obispo sea« —1 Timoteo 3:2
La madurez espiritual es lo que debemos ver en los hermanos que vayan a ser escogidos para ser obispos. Es nuestro deseo que la consideración de los requisitos citados por Pablo en I a Timoteo 3:1-7; Tito 1:5-9 sean tomados en cuenta. Esperamos que esta pequeña explicación y significado de los requisitos, sea de alguna ayuda a los varones y a las iglesias de Cristo que todavía no tienen obispos.
Si alguno anhela obispado
palabra fiel— En inglés dice: “This is a faithful saying” – este es un dicho verdadero. Pablo da a entender que lo que sigue es algo digno de fe, algo de mucha importancia. Lo mismo dice en I a Timoteo 1:15: “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos:”
El llegar a ser obispos o ancianos es algo que debemos anhelar, o sea, tener el deseo, aspirar por razón de servicio a Dios y a la iglesia donde somos miembros. Es necesario hacer un esfuerzo en lograr tener los requisitos. Desde que somos jóvenes debemos tener la aspiración de llegar a hacer la obra de los obispos.
buena obra— Es una buena obra que debemos anhelar hacer, pero el apóstol Pedro añade que debemos hacer esta obra “voluntariamente”… “con ánimo pronto” (I de Pedro 5:2). La obra de los obispos o ancianos dice Pedro es: “apacentad la grey de Dios”, lo cual significa dar el alimento espiritual. Ref. Hechos 20:28: “…el Espíritu Santo os ha puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor,” – Y en Hebreos 13:17: “Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta,” A los obispos también se les llama pastores, por la razón de su obra, que es apacentar—
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar — I a Timoteo 5:17.
Un detalle muy importante que debemos notar es, que la obra de los obispos debe concretarse solamente sobre la iglesia donde ellos son miembros, pues el apóstol Pedro dice: “apacentad la grey (o iglesia) de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella,…” (I de Pedro 5:2). Ellos no deben supervisar o dirigir (o como algunos hermanos dicen: “Patrocinar” la obra de otras congregaciones donde ellos no son miembros. Cada iglesia o congregación es independiente y autónoma. Cada iglesia local debe tener la meta de llegar a tener sus propios ancianos u obispos. Hechos 14:23: “Constituyeron ancianos en cada iglesia…” – La iglesia en Filipos tenía sus obispos y diáconos, Filipenses 1:1. Esto significa también que no debe haber un obispo dirigiendo o supervisando varias iglesias. Cada iglesia local debe tener varios obispos (al menos dos o más).
1 Timoteo 3
Ésta es palabra fiel: Si alguno anhela ser obispo, desea una buena obra. 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible y que tenga una sola esposa; que sea sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no afecto al vino, ni pendenciero, ni codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción y con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?); 6 no debe ser un neófito, no sea que se envanezca y caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en los lazos del diablo.
marido de una sola mujer—
Este es el siguiente requisito que debe tener cada hermano que vaya a ser elegido para ser obispo. – Esto significa que debe ser casado y que tenga solamente una esposa en su matrimonio. No debe ser un adúltero o polígamo. El obispo no debe ser un hombre soltero o viudo. La idea es que debe tener una esposa durante el tiempo que ejerce el oficio de obispo. Debemos respetar lo que dicen las Sagradas Escrituras.
sobrio—
Esta palabra viene del griego: sophron, la cual significa: “de mente sana, saludable, cuerdo, razonable, sensato, equilibrado, serio o templado”. El hombre que es sobrio podrá hacer buenas decisiones para el bien de la Causa de Cristo. La palabra “sobrio” tiene algunos sinónimos como vemos en Romanos 12:3: “que piense de sí con cordura”. En inglés dice: “soberly”, es decir: “sobriamente”.
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo (mundo) sobria, justa y piadosamente. —Tito 2:11-12
No solamente los que van a ser obispos deben tener este requisito, pero en realidad todos los cristianos en general, e inclusive las mujeres deben y debemos esforzarnos por ser sobrios. Leamos algunas referencias donde se nos manda ser sobrios: I a Timoteo 3:11; II a Timoteo 4:5; I a Tesalonicenses 5:6; I de Pedro 1:13; 4:7; 5:8. – La sobriedad es la virtud que no permite que uno sea arrastrado por el orgullo, la cobardía o la lujuria (carnalidad).
prudente—
Significa: “que obra con prudencia, y obra son circunspección y buen juicio” (Circuns-pección” = atención, prudencia, discreción). Prudencia: “virtud que hace prever y evitar las faltas y peligros.” En inglés se usa el término: “Vigilant” – y esta palabra significa: “atento a descubrir y a evitar el peligro o a proveer por seguridad.” – Deben los obispos vigilar que no entren falsos maestros y dividan la iglesia.
Los obispos deben ser hombres de vigilancia (de prudencia) deben tener una mente clara y vigilante, velar y estar alertas siempre a detectar el peligro de que la iglesia no caiga en apostasía. Deben vigilar que no se enseñen falsas doctrinas, o prácticas que no van de acuerdo a las Escrituras. Hebreos 13:17 dice: “Ellos velan por vuestras almas.”
decoroso—
Del griego kosmio, de esta palabra viene: cosmético, que significa: “Adornar, o relativo a la belleza.” Un hombre decoroso es: moderado, regular, ordenado y modesto, bien arreglado en su vestir. Esta palabra tiene referencia al buen comportamiento en el vestir, que sea limpio, modesto y con dignidad; y no uno que no tiene cuidado como aparece en público. Ilustración: A veces hay hombres, que cuando alguien llega a sus casas, personas que no conoce, y están adentro sin camisa, no les importa y salen a la puerta y se presentan sin camisa a recibir las personas. – Sin embargo, otros salimos, pero primero nos ponemos la camisa para salir y presentarse antes las personas que llegan. Eso tiene que ver con el decoro. Una referencia donde se usa la palabra kosemo, es I a Timoteo 2:9, que también se aplica a las mujeres: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa.”
Una gran necesidad en algunas congregaciones es la de que los miembros tengan ese deseo de dar hospitalidad y amistad a los visitantes. Cultivar el hábito de dar saludo caluroso a los que vienen a las reuniones a oír la palabra de Dios (visitantes o miembros de otros lugares). Saludar con una sonrisa. Mostrar nuestro aprecio y amor. Recibirlos y despedirlos con atención.
¿Qué se requiere para lograr tener este requisito? Se requiere que el hermano que es obispo, sea un hombre estudioso de las sagradas Escrituras para lograr tener conocimiento y pueda así enseñar a otros. Notemos lo que dice—
Retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca —Tito 1:9-11
no dado al vino—
De griego no paroinos, no al lado del vino, lo cual significa simplemente que no sea un borracho, no sujeto al vino. La borrachera o el ser borracho, está condenado en la palabra de Dios. Romanos 13:13: “Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras,…” Otras referencias que podemos leer son: I a Corintios 5:11; 6:10; Gálatas 5:19-21. En el Antiguo Testamento podemos leer en Proverbios 20:1: “El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.” – Proverbios 21:17; 23:29-35; Habacuc 2:5. Los hermanos que vayan a ser elegidos para ser obispos no deben ser hombres que les guste emborracharse. Los cristianos todos en general debemos aborrecer ese maldito vicio de la borrachera, que es la causa de la pobreza y la ruina de muchos.
Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente —I de Pedro 2:21-23
Veamos otras referencias: II a Timoteo 2:24: “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos,…” Tito 3:2: “Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres.” – Mateo 5:40: “y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa;” – Proverbios 3:30: “No tengas pleito con nadie sin razón,…” – Todos los cristianos debemos esforzarnos en tener control de sí mismos para no ser pendencieros. Debemos orar a Dios pidiendo su ayuda para tener dominio de sí mismos.
La codicia del dinero ha causado todo tipo de crímenes. Notemos lo que Pablo dice más adelante: “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (6:10). La idea es que el obispo no debe querer obtener dinero o ganancia a través de medios ilegales, no usar métodos malos para hacer dinero. No hacer negocios “chuecos”, como se dice vulgarmente.
Ahora, no debemos pensar que un hermano rico no pueda ser obispo, porque el ser rico no es condenado en la Biblia, sino la codicia o el amor al dinero. El hermano que va a ser obispo, no debe querer tener el oficio de obispo para obtener dinero, ni mucho menos.
En I de Pedro 5:2 dice: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;” – Aunque Pablo hace ver que “los ancianos (obispos) que gobiernan bien deben ser tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”, y en el v. 18 implica se les debe dar un salario: “Digno es el obrero de su salario.” I a Timoteo 5:17-18. Sigamos el ejemplo que les dijo: “ni plata, ni oro, ni vestido de nadie he codiciado” (Hechos 20:33).
apacible—
La palabra “apacible” viene del griego: amakos que significa: a (no) y makos (pelear) Por eso en otras versiones en vez de decir, “apacible”, traducen: “no contencioso” (LBLA), y en la versión NACAR-COLUNGA dice: “No camorrista”, lo cual significa: “no aficionado a las riñas.” En la versión Valera antigua dice: “no litigioso”. – Así tenemos, pues, que el hermano que va a ser obispo, no debe ser litigioso, camorrista, o que le guste tener riñas, peleas, inquieto, o desapacible, lo cual significa: “que causa disgusto o enfado o que es desagradable.”
El hermano que va a ser elegido para ser obispo, debe ser un hombre: agradable, sosegado, tranquilo, manso, pacífico, es decir, “apacible.”
Avaro significa: “Que acumula dinero por el placer de poseerlo y no lo emplea”. Sinónimos: Avari-cioso, interesado, ambicioso, mezquino, usurero” (Dicc. Larousse). Un hermano que sea obispo, con este defecto, podría estorbar mucho para que la iglesia usara sus fondos para llevar adelante su misión. Por ejemplo, no querría que se use el dinero para la predicación del evangelio, llevando a cabo series de predicaciones, sosteniendo predicadores, etc. – Así que si un hermano tiene este defecto, no debe ser elegido para ser obispo. Referencias: Éxodo 18:21; Proverbios 23:6; 28:16,22; I a Corintios 5:10,11; 6:10; Efesios 5:5.
gobierne bien su casa—
Y enseguida el apóstol Pablo añade: “que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?
El apóstol Pablo dice en Efesios 5:23, que: “el marido es cabeza de la mujer, así con Cristo es cabeza de la iglesia”. Esto significa que el hombre es el que debe gobernar en su casa y no la mujer (claro, los hijos deben obedecer también a ella). El hermano que va a ser elegido para ser obispo debe saber “gobernar bien su casa”, demostrando así que tendrá capacidad para saber cuidar de la iglesia (junto con los otros hermanos que también sean obispos). La prueba de que sabe gobernar bien en su hogar se verá en sus hijos y en su esposa. Ellos estarán sujetos, serán obedientes, a él “con toda honestidad.”
El apóstol Pablo es más explicito al referirse a los hijos en Tito 1:6, donde dice: “y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.” – Esto significa que deben ser miembros de la iglesia (“creyentes”). “que no estén acusados de disolución”, significa: de desenfreno, de viciosos. –Que no sean como los hijos del sacerdote Elí, I de Samuel 3:13: “Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado.”
Obviamente, si un hermano tiene hijos que son rebeldes, disolutos (viciosos) que viven en desenfreno y vagos, mal hablados (que dicen “maldiciones”), no debe ser elegido para ser obispo.
Para lograr tener éxito en tener a sus hijos en sujeción es muy importante tomar en cuenta lo que el apóstol Pablo en Efesios 6:4: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Y en Colosenses 3:21: “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Debemos tener sumo cuidado en esto. No provocarlos a ira, no exasperarlos (irritarlos con exceso). Algunas de las causas por las cuales muchas veces eso acontece son: por abusar de la autoridad que tenemos como padres, por ser crueles, abusivos, tanto con palabras como con golpes, por asustarlos con mentiras, por encerrarlos en un cuarto oscuro, por no hacerles caso, cuando quieren hablar o preguntarnos algo.
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