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el Juicio Final


»Y así como está decretado

que los hombres mueran una sola vez,

y después de esto, el juicio« –Hebreos 9:27


Mientras tenemos vida en esta tierra—
no conviene que seamos incrédulos y rebeldes,
sino nobles de corazón.





En esta ocasión queremos exponer algunos pasajes de las sagradas Escrituras, donde se habla del juicio final. Es necesario que estemos enterados de esto.

En primer lugar, notemos lo que dice en Hebreos 9:27-28: Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.” Esto nos debe poner a pensar, que mientras tenemos vida en esta tierra deberíamos preocuparnos por ser obedientes a Dios. No conviene que seamos incrédulos y rebeldes, sino nobles de corazón.

En segundo lugar, debemos saber que nuestro Señor Jesucristo es el que ha sido constituido como Juez, por el Padre Dios. Note lo que dijo el apóstol Pedro: ” Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.” (Hechos 10:42). El apóstol Pablo también dijo: “Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.” (II a Corintios 5:10). Y Cristo mismo, al final de su ministerio dijo: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros , como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. …Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. …E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mateo 25:31-34, 41, 46).

En tercer lugar, una cosa muy importante que también debemos saber, es esta: Que en el juicio final vamos a ser juzgados por las palabras  que Cristo ha hablado, las cuales tenemos escritas en el Nuevo Testamento. Oigamos lo que dijo: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.” (Juan 12:48).  Sí, repito, es muy importante saber esto, porque hay muchas personas que tienen en poco la palabra de Dios. Que no tienen interés en oír la enseñanza, en una palabra, que rechazan la doctrina de Cristo. Aquí cabe  añadir las palabras que el apóstol Pablo dijo: “…cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día para ser glorificado en sus

santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).” (II a Tesalonicenses 1:7-10). Es duro decirlo, pero todos aquellos que hayan oído “las buenas nuevas” de que Jesús murió por nosotros los pecadores, y no obedezcan el evangelio de Cristo, serán castigados en el día final.

Por eso, estimados amigos y amigas, para salir aprobados en el juicio final, nos conviene estar preparados. Dijo el profeta Amós (4:12): “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios.” Venga a oír la palabra de Dios (Romanos 10:17). Crea en Cristo (Juan 8:24; Marcos 16:16). Arrepiéntase de sus pecados (Lucas 13:3; Hechos 2:38; 17:30-31). Confiese su fe (Hechos 8:37; Romanos 10:9-10) y pida ser bautizado para el perdón de sus pecados (Hechos 2:38). Y de ahí en adelante perseverar siendo fieles hasta el fin. (Mateo 10:22; Apocalipsis 2:10).

NOTA: Romanos 10:17: “Así que la fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios.” –  Juan 8:24: “por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.”  – Marcos 16:16: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”  – Lucas 13:3: “Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” – Hechos 2:38: “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y reciberéis el don del Espíritu Santo.”  – Hechos 17:30-31: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón z quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.”  –  Hechos 8:37: “Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.”  – Romanos 10:9-10: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” –  Mateo 10:22: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.”  – Apocalipsis 2:10: “No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.”

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